Viernes, 23 de Mayo del 2025

¿Unidad? ¿Con quién? ¿Para qué?

¿Unidad con quién? ¿Con los que permitieron que un buche sionista -Milei- llegue a presidente para desmembrar la Argentina? ¿Para qué? ¿Para seguir haciendo la plancha poniendo excusas de la correlación de fuerzas y el posibilismo? Ni en pedo. La motosierra avanza porque no existe oposición. El proyecto político es el mismo: colonia proveedora de materias primas al “primer mundo”, servil a las potencias. Nada nuevo bajo el sol, imperialismo puro.  

No hay contradicción al respecto en la clase política profesional. Acuerdan, por eso conviven armoniosamente. Aspirando a ser el mejor alumno de la embajada Milei pisó el acelerador con la política secesionista que está latente desde los 90 y que ningún gobierno enfrentó en serio. Nada se hizo para volver a unificar políticamente el territorio, repoblar la Patagonia, unir la Isla de Tierra del Fuego o recuperar presencia en el Atlántico Sur, a pesar de que somos un país estrictamente marítimo tras la extensión de la plataforma continental que la ONU aprobara en 2010. En el 2012 se promulgó la ley de Integración Territorial 26.776 para unir logísticamente a Tierra del Fuego con el continente desde los puntos más próximos (Cabo Vírgenes, Santa Cruz - Cabo Espíritu Santo, Tierra del Fuego), Axel Kicillof firmó el decreto para financiar las obras portuarias, y hasta conseguimos que el Astillero Río Santiago cotice la construcción de los barcos porta rodantes necesarios para el cruce. Sin embargo, nada se hizo para ejercer soberanía en el centro geoestratégico de la Patria. O, mejor dicho, se hizo lo contrario. Durante el anterior gobierno de Alberto y CFK se instaló, en Tierra del Fuego, un radar militar inglés y hoy Milei le cede la isla a EE.UU para que instale una base de submarinos nucleares y se apropie de la Antártida. Por otro lado, Alberto y CFK firmaron con la Jefa del Comando Sur de EE.UU, Laura Richardson, un compromiso de compra por U$ 668 millones de aviones F-16 a EE.UU y el gobierno de Milei finalizó recientemente dicha compra.   

Entonces, no hay diferencias políticas cuando se trata de entregar la soberanía al imperio anglo-yanqui. En los grandes temas que mantienen la subordinación geopolítica de Argentina con EE.UU sí hay continuidad jurídica del Estado, pero cuando le pedimos al Gobernador Kicillof que le devuelva los U$ 23 millones al Astillero Río Santiago que Venezuela pagó por los buques Eva Perón y Juana Azurduy y que Scioli vació de la fábrica, ¿nos dicen que no tiene nada que ver con su gestión? ¿qué vayamos a reclamarle a Scioli? ¿Se puede aceptar esa respuesta de quien se dice defender la industria nacional cuando no hacen más que sabotearla dándole la razón a la destrucción liberal de Milei?